En los tiempos que estamos viviendo, todos tendremos que buscar tips para manejar el estrés y no solo en el trabajo ¡Aquí una pequeña aportación!
En una de nuestras entradas anteriores, en la que hablamos de las cualidades que debe tener un buen líder de una ENL, hicimos referencia a la persistencia y al aguante.
Estas habilidades son necesarias siempre que vayas a gestionar, colaborar o ejercer como voluntario en una asociación ya que es una labor desinteresada, pero que ocupará una parte muy importante de tu tiempo.
Las personas que forman parte de una entidad no lucrativa suelen tener sus propios trabajos, pero deciden prestar servicios a la comunidad porque les aporta una enorme gratificación personal.
En los inicios nunca faltan ganas, pero estas se desvanecen ante la llegada de las primeras dificultades, como la falta de financiación o de tiempo para poder abarcar todas las tareas que requiere la gestión de una asociación.
En esta situación, las personas implicadas pueden verse sometidas a altos niveles de estrés que terminan provocando agotamiento y una bajada del rendimiento.
¿Qué vas a encontrar en este post?
¿Qué podemos hacer para manejar el estrés en las asociaciones?
1. Recuerda siempre porque empezaste
A medida que la asociación va incrementando el ritmo de trabajo y surgen los primeros contratiempos, sobre todo si la organización es pequeña, lo normal es que asomen síntomas de estrés y desmotivación.
Llegado el momento debemos recordar todo aquello que nos llevó a querer formar parte de la entidad, así como todo lo que sentíamos en ese momento: motivación, emoción, esperanza, etc.
¡Hay que mantener la energía con la que empezamos para hacer frente a los momentos de desánimo!
2. Recupera el enfoque
Al trabajar en una entidad, debido a la carga de trabajo que existe y la falta de tiempo, es normal que se pierda el enfoque de lo que es importante y no.
Por ello, hay que pararse a pensar en aquello que es prioritario y aquello de lo que podemos prescindir. Es decir, enfocarnos en objetivos clave que nos permitan conciliar y dedicar tiempo a otros aspectos de la vida.
De aquí, la importancia de saber decir “NO” a las tareas y compromisos que vayan surgiendo que no sean claves para alcanzar las metas marcadas por la organización.
3. Saca tiempo para ti
Hacer cosas por los demás genera una satisfacción personal importante, pero uno no debe olvidarse de sí mismo.
Saca tiempo para hacer una actividad que te ayude a desconectar del ajetreo diario y a relajarte, atrévete incluso a no hacer absolutamente nada durante unos minutos u horas. Como dicen en Italia, “Dolce far niente”.
4. Marca tus propios límites
Lo más probable es que cuando el tiempo que dedicas a la asociación, al trabajo y al ocio empiezan a solaparse, termines dejando de lado los aspectos personales.
Marca tus propios límites, organízate e intenta mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
A veces resulta complicado, pero hay que intentarlo por el bien de nuestra salud física y mental.
Si no sabes por dónde empezar a marcar límites y a organizar tu tiempo aquí encontrarás «5 tips para mejorar la gestión del tiempo en las entidades no lucrativas«.
Esperamos que estos tips para manejar el estrés os sean de utilidad 🙂